De virus, yoga y emociones
Llevamos más de un mes experimentando un sin número de emociones, pensamientos recurrentes y otros nuevos que nos acechan y nos hacen, en el mejor de los casos, replantearnos todo, nuestras rutinas, espacios, relaciones, tiempo. Todo, todo, todo. Por un lado estaba (y sigue) la información, a veces demasiada, y a veces insuficiente, que nos hace experimentar la incertidumbre. Por el otro, nuestra percepción de la realidad: no pasa nada, solo se enferman grupos vulnerables pero yo no. Y si nos posicionábamos en este mundo como espirituales, yoguis o esotéricos, podíamos decir que todo era una ilusión y que si estamos conectados con "el universo" ningún virus podría con nosotros. Todo podía ser verdad y todo podía ser una ilusión. Gente escudándose en nuevas rutinas o en tratar de mantener a capa y espada sus rutinas de siempre, gente consiente de la realidad o gente llevando todo a un nivel maniaco. Y todo está bien, y nadie está mal. Hemos juzgado, hemos sido empáticos,